Saturday, March 21, 2015


15 - Nozarashi

Clic aquí para ver capítulos anteriores:
 1  2 - 3 - 4 - 5  - 6 7  - 8 - 9  - 10 11 - 12 - 13



NOZARASHI
(INTEMPERIE)

* capítulo 15 *





Un juego de verano
en el jardín japonés.

(a Ricardo Rodríguez Ponte, 
de cuyo apasionado trabajo 
hallarán esquirlas desperdigadas 
a lo largo de estos breves capítulos)


CAPÍTULO 15


Nadie será como Astroboy.
Sin embargo 
el agua suena en la piedra
y ella es un milagro,
desprendida de esa marea de vestuarios de animé que ahora mismo devora los alrededores del edificio principal del jardín con su convención anual.

Ella, pollera de colegiala, y yo. Ella y yo aislados de ese mundo chillón en un recodo de la isla de las Tortugas del jardín japonés.



Pocas sesiones como la que tuve hoy. Llevé el sueño del nene japonés que señalando el palo de la campana me preguntaba "¿cebás?". Inesperadamente asocié con aquella charla que tuviera con Sebas. Y su ironía ("¿por qué no le pusiste Viernes a tu pez?"). Y su indulgencia ("estás obsesionado con esta historia de las pistas de Ce... ¡y más solo que Robinson Crusoe!"). Esa cosa de pastor de facultad de Psicología. 

Ella tiene las rodillas juntas y los pies abiertos, desconsolados, contradictorios en la rosa de los vientos. Y el rumor del agua que sigue sin poder con el musgo de mi fastidio.



Cuando llegué a Robinson en la sesión vino de inmediato a mi mente aquella clase de Lacan que prendí como un alfiler en los bordes del libro de Cheng que me regalara Celina. 

En esa ocasión Lacan había hecho un juego de palabras en francés con el paso y la huella. Con él se las arreglaba para decir que el hombre es el único animal capaz de dejar huellas que son verdaderas, pero haciéndote creer que son falsas. Como si alguien nos mirara desde la total indiferencia posando a su vez sus ojos en nosotros con un aire sutil de seducción. Pensamos “me desea pero disimula”. Basta con acercarse para descubrir, tarde, que no es disimulo. Es que nos ignora sin más. 

Huellas que dicen la verdad engañando. En esa extrañísima capacidad el hombre está un paso más allá de lo animal. Un paso apenas. Un abismo de diferencia. 

Me encanta. 

Una luz lánguida atraviesa el árbol y le suspende el rostro como un milagro, a pesar de su pelo violeta y ese disfraz furioso. Me encanta ella.

Pero no le hablé de teoría a mi analista. Creo que no. Ni bien hice la conexión con Crusoe me revolví en el diván. El inconciente a veces huele a milagro.  
(... ¡cuando estoy fastidiado tiendo a ponerme religioso!).
 
De repente mi sueño de la campana y el "pas mundial" se abrió como un cielo cifrado al que le calzó la llave en el cerrojo. Es que "pas" en aquella clase de Lacan se traduce tanto por...  ¿¿Ya se va??. Regresa a la convención de manga. No me dio tiempo ni a pensar qué decirle. Ese aire tan Kill Bill. Se lo hubiera dicho. "Clan Tanaka". "Mafia erótica japonesa". "Parecés triste". "Yo..." 

Ella... 

Nadie será como Astroboy. 

Pero ella ya se perdió en la marea...














(Clic aquí para leer el capítulo 16, clic aquí)

Guillermo Cabado



Las imágenes pertenecen a Eri Takenashi, creadora del manga "Kannagi", a Yana Toboso creadora del manga "Kuroshitsuji" y a Shina Himetsuka. A esta última también pertenecen los dibujos del video de "Prender fuego a la lluvia", la canción de la inglesa Adele.

La isla de las Tortugas se representa en los jardines japoneses con un grupo de piedras rodeadas de agua.

Astroboy fue creado por Osamu Tezuka y se produjo entre inicios de los 50' y fines de los 60'.

La clase de Lacan ya referida en capítulos anteriores es la del 6/12/61 de su seminario sobre "La identificación".En ella acuña un neologismo potente: "effacons", que Ricardo Rodríguez Ponte traduce por "factuborraduras" en un intento de condensar "effacer" (borrar), facon (dar forma a algo, crearlo) y a la vez "factio" (manera de hacer). 
Digamos que esa borradura de la que habla Lacan
al borrar la huella produce el pie que no la pisó. 
Así como en ese borrarfabricar hay lo más "propio" del sujeto, su coloratura.


No comments: